"Capucha mojada y gorra 1 y 2" fotografía, 2011





"la piedra en la cascada" fotografía, 2011

"Download Rodchenko" fotografía, 2011



lalettredelaphotographie 29/06/2011


por. Catherine Tanazacq de Stigliano
Juan Sebastián Bruno (1975, Puebla, Mexico) is the winner of the Foster Catena prize 2010, awarded every year by this gallery in Buenos Aires, specialized in contemporary photography. The prize includes a solo show in the gallery next year, where Bruno will present Espacio Tiempo (Space Time), a series of photographs alongside objects.
Originally from the design arena, Juan Sebastián Bruno revisits in the exposed works the formal speech of the early 20th century avant-gardes, through the use materials and their relationship with fragility, a recurrent problematic in the contemporary art.
In the Download series, he explores the link between photography and abstraction, integrating two masters with experience in the field: Edward Weston and Alexander Rodchenko. Bruno overlaps abstract geometrical meaningless everyday objects with images from the two artists downloaded from the Internet. The new composition is thus photographed and integrated as objects in the fragile installations. Bruno mixes the formal aspect of object with its particular function, creating subtle links with photography, making reference to the content of the work of these two great photographers.

Arte al día, martes 19 de julio, 2011


Conceptos capitales, primordialmente inseparables.
por Viviana Saavedra

¿Cuánta agua debe correr para que una catarata sea posible? ¿Qué cantidad mínima de agua es necesaria para poner un potus en un vaso (y que sobreviva)? ¿Hasta dónde se puede intervenir en el universo de los objetos y las imágenes para crear nuevos sentidos de nociones tan vastas como las de tiempo y espacio?
Imposición sería el concepto (o el mecanismo) más probable para referirse a la operación artística que consuma Juan Sebastián Bruno (Premio Foster-Catena 2010). Una instalación que incluye fotografías, dibujos digitales y objetos. Imposición, sería el término, utilizado en el sentido positivo de cargar, aplicar, tributar; no desde la acepción de "exigencia desmedida con que se trata de obligar a alguien", sino más bien (y sobre todo) en el sentido espiritual con el que se imponen las manos. Con sus manos (y con la idea), el artista mueve las piezas elegidas para este juego: las avecina hasta yuxtaponerlas. Cada objeto, cada imagen, son designados para tomar lugar en un tiempo y un espacio posible para ordenar un relato oscilante y concluyente a un mismo tiempo. Una goma de borrar se integra en toda su plenitud de objeto a la imagen de una arquitectura, otorgándole, en esa impostura, el enigma necesario para comenzar a descubrir las analogías
que ajustan este conjunto de obras.
Los opuestos se integran ilusoriamente: todo es diferente, todo resuena en sintonía. Hay indicios de lo que en otro tiempo fueron sonidos, voces: el agua que fluye, auriculares, parlantes. La figura humana aparece sólo como vestigio, únicamente revelada por la imposición (nuevamente) de los objetos: una capucha mojada, una esfera oscura y contundente, sutiles líneas geométricas que reescriben un torso. El vestigio, a su vez, es el elemento propiciador de la memoria para la evocación de otro tiempo, de otro arte, en el que la utopía era posible.
En su conjunto estos fragmentos conforman un dispositivo que espera, al acecho, para desplegar todo su potencial de acción. Listo para propiciar que el tiempo y el espacio se conjuguen para atravesarnos (una vez más).